tag:blogger.com,1999:blog-51546462764200231122024-03-13T08:24:31.725-07:00Rincón del botoRandall Corellahttp://www.blogger.com/profile/17217346807293346241noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-5154646276420023112.post-5724907997736574132009-06-03T12:14:00.000-07:002009-06-03T12:31:07.738-07:00Detrás de la ventanaCada vez que paso frente a la ventana, no puedo evitar asomarme. No es curiosidad, lo juro. Tampoco es deseo de inmiscuirme en la vida ajena. Es solo el recuerdo. En ese salón cuya ventana da a la calle <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Zurbano</span> comenzaron nuestros primeros días en Madrid. Ahí fue el cóctel de bienvenida y la primera de siete cenas. Ahí fueron tantos (y tan surtidos) desayunos, en los que la única regla era socializar y hacer que aquellos 19 colegas se convirtieran en amigos.<br />En la recepción pasamos horas de horas conversando, usando Internet o desesperándonos por no encontrar piso. Hasta descubriendo que en el primer mundo también hay amigos de lo ajeno.<br />Ahora, cuando voy al trabajo cada tarde, tengo que asomarme. Mirar el salón, el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">hall</span> y el ascensor. Y recordar. Son buenos recuerdos, imágenes que en unos meses nos harán sonreír.Randall Corellahttp://www.blogger.com/profile/17217346807293346241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5154646276420023112.post-12635315873161093312009-05-19T00:22:00.000-07:002009-05-26T07:04:09.480-07:00Por unos pisos más...<div>Los primeros días de febrero fueron algo de locos. No era solo el invierno, el frío antitropical que obliga a colgarse abrigos y medias por montón; ni la desorientación habitual de quien llega a una ciudad inmensa. A el sinfín de novedades que nos aturdían, hubo que agregar la preocupación creciente de encontrar un piso cuánto antes. </div><br /><div>El 9 de febrero vencía la estancia en el hotel NHZurbano y asegurarse tener un lugar para vivir más allá de los puentes y el metro era prioridad absoluta.</div><br /><div>Las cuentas del teléfono se fueron por las nubes. Las caras desesperadas eran de los común. Ni qué decir de las citas para ver lugares. Desde las señoras solitarias y pasaditas de años que saludaban con más de un "guapo, mozo" a los caballeros balboas, hasta los agentes de inmobiliarias que negaban a sus novias con tal de sacar alguna cañita para socializar con las "misses". También hubo algunos a los que presentaron como nuevos vecinos y otros a los que trataron de estafar con cifras astronómicas. </div><br /><div>Al final todo salió bien. Algunos encontraron ofertones de 800 euros para cuatro, tres más tuvieron que pasar unos días en casa ajena hasta alquilar la suya. </div><br /><div>Y después de tanta prisa, hasta quedó tiempo para bautizar las nuevas residencias balboas:</div><br /><div>-La Casa de los Gnomos</div><br /><div>-El Convento o La Casa de las Monjas</div><br /><div>-La Ratonera</div><br /><div>-La casa del balboa desamparado</div><br /><div></div><br /><div>Bien dice la trillada frase, tras la tormenta, llega la calma...</div><br /><div></div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5340133131173289218" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 249px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_AuHbNnFjVIs/Shv2yiDg3QI/AAAAAAAAAHA/yMMS8Xy9ryA/s320/Texeira_centro_madrid_austrias.jpg" border="0" /><br /><div></div>Randall Corellahttp://www.blogger.com/profile/17217346807293346241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5154646276420023112.post-65419206604480801042009-05-09T15:27:00.000-07:002009-05-09T15:44:44.776-07:00El taxi, un privilegioAunque suene paradójico, subir a un taxi en Madrid no deja de ser algo fuera de lo común. La diferencia la ponen una serie de medidas que el conductor debe acatar para dar un servicio de calidad.<br />Lo primero, la oportunidad del pasajero a elegir la ruta por la que quiere ir a su destino (nada de vueltas extrañas que dejan <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">jadeando</span> a la maría). El cliente también tiene el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">chance</span> de elegir el volumen del radio y el aire acondicionado... ¡Santo privilegio! Mejor ni hablar de las discotecas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">rodantes</span> con el último éxito de los Tigres del Norte que andan circulando por San José.<br />Aunque si nos vamos por el precio, en verdad que subirse a un taxi es todo un privilegio: 2,50 euros de tarifa inicial... A veces es mejor caminar un poco para hacer turismo.<br />Pero siguiendo con las reglas, los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">pasajeros</span> no videntes tienen vía libre para subir con sus lazarillos, y los conductores deben tener siempre cambio para billetes de hasta 20 euros.<br />No hace falta comparar mucho para saber por qué resulta tan diferente un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">viajecito</span> en los carros de la franja roja...<br />¿Que si los taxistas hablan mucho? ¿Que se pierden de vez en cuando? ¿Que se pelean con los demás chóferes? Bueno, sí... Pero de esos hay en todo lado.Randall Corellahttp://www.blogger.com/profile/17217346807293346241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5154646276420023112.post-49705981188675155302009-04-27T04:54:00.000-07:002009-04-27T05:12:37.452-07:00El paraíso peatonal<div>Caminar por las aceras de Madrid puede resultar una actividad emocinante y extraña para cualquier tico. </div><br /><div>Pero no hablo de lo que puede observarse alrededor (edificios, parques, monumentos), sino de la libertad, la seguridad y el respeto con el que se camina por aquí.<br />Los semáforos y "cruces de cebra" o peatonales son una verdadera autoridad. Con solo que se acerque un peatón a la esquina, los carros bajan la velocidad unos 10 metros antes para esperar si la persona va a cruzar la calle o no. Y el amarillo del semáforo es un alto obligatorio, no la señal para meter chancleta.</div><br /><div>Y los peatones también son ordenados. Cruzan en las esquinas, esperan la luz roja y no pegan un "morón" cuando el pitido anuncia los últimos segundos del cruce peatonal.<br />¡Qué diferencia! En Tiquicia, los peatones son toreros o futbolistas que van por la ciudad en un puro dribling.</div><br /><div>Basta con decir que llevo algunas semanas aquí y no he visto una sola noticia de atropellos. </div><br /><div>Bueno, pues, creo que me iré a caminar un rato.</div><div> <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329342666523118370" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 240px; CURSOR: hand; HEIGHT: 227px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_AuHbNnFjVIs/SfWg60xxiyI/AAAAAAAAAG4/BNOBpIEqwhM/s320/peaton.jpg" border="0" /></div>Randall Corellahttp://www.blogger.com/profile/17217346807293346241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5154646276420023112.post-42625130542623931082009-04-21T01:50:00.000-07:002009-04-21T01:54:29.863-07:00Perdón por el nacionalismo...<div>Estar tan lejos de casa y encontrarme con esto fue mucho más que agradable. </div><div>Era un paseito de domingo por las calles de Segovia, con negocios apostados en plena acera. En medio de diarios, llaveros, tazas y adornos de la ciudad, saltó la edición de National Geographic.¡Increíble!Portada y DVD incluído, y el titular terminó de emocionarme. </div><div>Era de ponerme a cantar la Patriótica y todo. </div><div>Ustedes perdonen, pero no pude evitar publicar esta fotito.</div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5327065134137963314" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_AuHbNnFjVIs/Se2Jg_epczI/AAAAAAAAAGw/14F94Pdwl6E/s320/ticos.jpg" border="0" /><br /><div></div>Randall Corellahttp://www.blogger.com/profile/17217346807293346241noreply@blogger.com1