Caminar por las aceras de Madrid puede resultar una actividad emocinante y extraña para cualquier tico.
Pero no hablo de lo que puede observarse alrededor (edificios, parques, monumentos), sino de la libertad, la seguridad y el respeto con el que se camina por aquí.
Los semáforos y "cruces de cebra" o peatonales son una verdadera autoridad. Con solo que se acerque un peatón a la esquina, los carros bajan la velocidad unos 10 metros antes para esperar si la persona va a cruzar la calle o no. Y el amarillo del semáforo es un alto obligatorio, no la señal para meter chancleta.
Los semáforos y "cruces de cebra" o peatonales son una verdadera autoridad. Con solo que se acerque un peatón a la esquina, los carros bajan la velocidad unos 10 metros antes para esperar si la persona va a cruzar la calle o no. Y el amarillo del semáforo es un alto obligatorio, no la señal para meter chancleta.
Y los peatones también son ordenados. Cruzan en las esquinas, esperan la luz roja y no pegan un "morón" cuando el pitido anuncia los últimos segundos del cruce peatonal.
¡Qué diferencia! En Tiquicia, los peatones son toreros o futbolistas que van por la ciudad en un puro dribling.
¡Qué diferencia! En Tiquicia, los peatones son toreros o futbolistas que van por la ciudad en un puro dribling.
Basta con decir que llevo algunas semanas aquí y no he visto una sola noticia de atropellos.
Bueno, pues, creo que me iré a caminar un rato.
